El viaje de Negro
La primera vez que hablamos de la posibilidad de llevar a Negro con nosotros a España, pensamos en su reacción cuando se reencontrara con el mar. Para darles contexto, Negro era un perrito playero que vivía en Coveñas, y que mi esposa y yo decidimos adoptar hace tres años.
Su historia la conté en la primera columna que publiqué en este diario, que se llama ‘El Perro inadoptable’. A él lo llamaban así jocosamente en la fundación que lo recogió por una particularidad: cuando lo rescataron tuvieron que amputarle su pata delantera derecha.
Andar por la calle con un perro de tres patas, en principio, puede ser algo atípico. Algunas personas te miran de reojo, otras se........
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