Pensar con el deseo
Muchas personas tienen una vida afectiva mediocre porque la malgastan esperando cambios que no van a suceder. Por ejemplo, esperando el cumplimiento de promesas que se hacen una y otra vez. Esperar ingenuamente a que la gente haga cambios profundos es, por lo general, un ejercicio inútil. En algunos casos, dicha ingenuidad es simplemente pereza disfrazada de esperanza. En las crisis crónicas de la relación de pareja, este desgaste lo revelan populares frasecitas de cajón: “Estamos dándole un tiempito para ver qué pasa”. Sin hacer nada al respecto... por supuesto. “Las cosas van a cambiar”. “Me aseguró que ahora si va a ser más detallista conmigo”. “El tiempo lo decidirá”, etcétera.
Se sabe que alguien está malgastando su vida y viviendo en un mundo ilusorio cuando no reacciona frente a personas de........© El País
