La muerte de Baudilio
Baudilio Revelo fue un hombre bueno, forjado por su propia mano. Sintió el gusto de serlo y el gusto de vivir; y sin duda alguna, fue un caballero ejemplar y útil a la sociedad. Acaba de morir en el seno de su familia y en la tranquilidad de su lecho.
Desde muy niño lo acompañó, en aquella Guapi natal, la belleza del río caudaloso y pujante, rompiendo la selva, para desembocar en un mar azul y abierto sobre una arena sedosa, que fue levantando en él el sueño de sentir que era parte de ese rumor marino, augusto e interminable, en los atardeceres y amaneceres de luces gravitatorias que marcaban los únicos tiempos de la vida para un niño: la mañana ardiente, los medio días plenos de luz y esos atardeceres que anunciaban la noche, profunda de luceros y estrellas. Allí, además, estaban los infinitos y variados peces en un universo sumergido.
Amó esos tiempos y amó a los niños y niñas que rodeaban ese ambiente sencillo y tranquilo, pero lleno........
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