La reciente reunión de algunos empresarios con el candidato comunista, Efraín Cepeda, deja una sensación inquietante, casi amarga, que obliga a preguntar si el sector productivo del país está leyendo correctamente las señales del tiempo político que vivimos o si más bien les ha faltado valentía y carácter, o como se dice en Colombia ¡berraquera! Porque, a juzgar por esta absurda reunión, los empresarios están sufriendo de una falta de coherencia aguda, de una pérfida cobardía que los lleva a repetir errores recientes con una ligereza incomprensible.

¿Acaso no aprendieron nada de lo que les ha ocurrido con Gustavo Petro? ¿No recuerdan cómo, tras reuniones, gestos de buena voluntad y alianzas tempranas, terminaron humillados, señalados y convertidos en destructores del país y del progreso? Fueron llamados “esclavistas”, difamados ante el pueblo, presentados........

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