Los amos del mundo
Miro hacia atrás, hacia mis ya lejanos días de infancia, y recuerdo que lo más ilusionante eran no solo los regalos, sino los cánticos, las novenas y los apasionantes juegos de aguinaldos. Ignoro cómo viven los niños de hoy estas tradiciones; confío en que aún tengan esa magia de nuestros días.
No es bueno comenzar el año cargado de pesimismo, pero tampoco hay que ser tan ingenuos como para pensar que hacer lo del avestruz —o lo que a ella se le endilga— es positivo. El mundo es como es, y en él tenemos que vivir: con sus luces y sombras, con sus amaneceres y crepúsculos, con sus días de calma y días de tempestades. Así ha sido, así es y así será. Comienzo por ponerme al día con las noticias. Leo que el presidente electo de Estados Unidos, el arrogante Donald Trump, quiere volver a echarle mano........
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