La democracia colombiana, forjada en el crisol de luchas históricas, enfrenta hoy un desafío que pone a prueba su fortaleza: la propuesta del presidente Gustavo Petro de convocar una asamblea popular constituyente, una figura ajena a los mecanismos establecidos por la Constitución de 1991. Desde un ejercicio académico y con el espíritu de la resistencia democrática, este artículo busca advertir sobre los riesgos institucionales de esta iniciativa, destacar el papel del Congreso y de la rama jurisdiccional como baluartes del orden constitucional y convocar a la ciudadanía, en especial a los tolimenses, a exigir el respeto por las reglas que sostienen nuestra república.

La Carta Magna, en su artículo 374, establece con claridad las únicas vías para su reforma: el Congreso, una asamblea nacional constituyente —no popular— como se le quiere llamar erróneamente por este gobierno, convocada conforme a la ley o un referendo ciudadano. La Ley 134 de 1994, que regula los mecanismos de participación, detalla los........

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