Soplo de ilusiones
Repoblémonos de anhelos, desorganicemos realidades violentas y organicemos atmósferas que nos lleven a la contemplación y al cuidado unos de otros. Los moradores del mundo tienen que hermanarse. Sus revoluciones actuales son injustas e inhumanas. No podemos perder la fuerza en necedades. Tenemos que recobrar la dimensión donante y la responsabilidad de reencontrarnos como auténtico linaje, con sus ritmos de relaciones y de vínculos místicos. La desatención entre sí, es la mayor plaga del momento. Ahora bien, el curativo instante hay que restablecerlo, no esperar a que llegue.
El fracasado no tiene otra cirugía que activar la invención, que ponerse manos a la obra, lo que conlleva rehacerse y renacerse en la búsqueda de otros horizontes, que nos cautiven hacia........
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