La inocencia de Uribe
Todo empieza con el senador Cepeda que encontró una forma fácil de hacer campaña: acusar a Uribe de vínculos con el paramilitarismo y prometer meterlo en la cárcel. Violentado la ley propuso un debate en el Congreso contra Uribe para acusarlo. El Congreso no es el escenario para eso, sin embargo, con la ayuda del gobierno de entonces le torcieron el cuello a la ley y lo hicieron. Entonces Uribe respondió. Fue evidente que no había nada. Especulaciones y hasta mentiras que fueron desmontadas.
Luego empezaron a llegar muchísimas historias desde las cárceles: Cepeda usaba la Comisión de DD.HH. para visitar los reclusos y prometía beneficio para quienes declararan sobre Uribe o su familia. Yo de eso doy fe. Recibí cartas, visitas, llamadas para advertirme del plan de Cepeda. ¿Qué podíamos hacer? Denunciarlo, y eso se hizo. Y para probarlo, buscar que esos que mandaban razones de lo que estaba haciendo Cepeda, rindieran testimonio. Jamás se buscó un testigo, se mandaron a verificar los que decían querer contar.
No creo que ningún senador -no importa que tan convencido esté sobre la culpabilidad de otro- pueda emprender una “investigación” así. El peregrinaje por cárceles, las reuniones con criminales y sus ofrecimientos de........
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