Los venenos de la modernidad
En esos tiempos, las gallinas y los cerdos deambulaban libremente por la granja alimentándose con maíz y sobrados de comida. Pero esa realidad cambió de manera radical con la llegada de un invento que prometía revolucionarlo todo: el plástico. De pronto, bolsas, botellas, recipientes y teteros de colores inundaron nuestras vidas.
Con el tiempo, vi cómo esta invasión de lo sintético fue más allá de los envases: los animales de granja dejaron de alimentarse de maíz y los sobrados fueron reemplazados por concentrados cargados de hormonas que transformaban pollos y cerdos en masas de carne en cuestión de semanas. Sin embargo, la industrialización no se detuvo en los animales. También los humanos sucumbimos a esta lógica de aceleración. Los suplementos para el gimnasio prometen músculos rápidos, moldeando cuerpos con la misma artificialidad que los pollos de engorde.
En el ámbito del fisicoculturismo y el entrenamiento intensivo, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios........
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