La peleadera permanente con todo mundo…
Lo que pudo haber sido una oportunidad histórica para consolidar un proyecto de izquierda en Colombia, se ha convertido en un mandato marcado por la confrontación y el desgaste. El costo político de esta actitud es evidente. En lugar de abrirle las puertas a un proyecto de izquierda viable, duradero y pragmático, lo que ha hecho es contribuir a la percepción de que los gobiernos progresistas son sinónimo de caos y confrontación, cerrando el espacio para continuar en el poder.
El gobierno se ha convertido en un ring de peleas permanentes contra el Congreso, la Justicia, la Procuraduría, la Fiscalía, la Contraloría, los empresarios que no le aplauden, los medios de comunicación que no le rinden pleitesías e incluso contra gobiernos extranjeros que no comparten su visión geopolítica.
Y lo hace todos los días: desde su cuenta de Twitter, en discursos improvisados y en declaraciones públicas donde el enemigo cambia constantemente. Todo el que cuestione........
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