Entre el deseo de hablar bien y la cruda realidad…
La realidad impuesta por gobernantes corruptos y una administración pública deficiente es imposible ignorar los hechos que obstaculizan el desarrollo como lo sugiere Luis Guillermo Baquero en su reciente artículo ¿Y si habláramos todos en positivo de La Guajira?
Quiero hablar bien de La Guajira, pero silenciar la realidad solo contribuye a perpetuar las condiciones que impiden el progreso. Denunciar no es hablar mal, es el primer paso para construir La Guajira que merecemos. Solo exponiendo las realidades, por dolorosas que sean, podremos generar la presión social necesaria para el cambio.
Por ejemplo, acaba de publicarse un informe devastador de la Contraloría General de la República sobre el manejo de las regalías en la Región Caribe y revela que La Guajira encabeza la lista de hallazgos fiscales con 9 casos que suman $69 mil millones. En dos décadas, La Guajira ha tenido más de una docena de gobernadores destituidos, inhabilitados o condenados por corrupción.
El transporte escolar es un símbolo de cómo el poder político convierte........
© El Informador
