Severas leyes simplifican la multiplicación de los delitos
Los constantes crímenes, las extorciones que no cesan, los incesantes secuestros, las guerrillas, el paramilitarismo, las inquebrantables hambrunas, las epidemias, tienen al país ensangrentado y sumido en la orfandad y en la miseria.
El nuevo “cambio” que al parecer se ganó la confianza de los colombianos y creyeron en el “cambio” hacia el progreso, no ha girado ningún grado al perfeccionamiento. Por lo contrario ha sido un vuelco al ultraje y provocaciones a los compatriotas y se entrega con increíble audacia a programar las mismas doctrinas disociadoras que han aplicado, Maduro, Ortega y la familia Castro, las que han llevado a sus naciones a tan deplorable situación de abatimiento.
El poder no es una alegoría, ni es tampoco una dádiva graciosa ni una investidura honorifica; es una carga que impone Dios, interviniendo........
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