Quijote de platanal
Muchos analistas se trasnochan tratando de desenmarañar la estrategia política detrás de su errático actuar; en mi opinión, no hay estrategia alguna. Debería ser obvio a estas alturas que Petro adolece de enfermedades mentales, psicológicas y probablemente adicciones. Parte de su enfermedad mental se traduce en obsesiones, o mejor, en ideas obsesivas, lo cual es interpretado como que no escucha o terquedad. Sus obsesiones son tomadas como convicciones, pero la diferencia es enorme: las convicciones surgen de los principios, mientras que las obsesiones de problemas mentales. Difícilmente una persona con estos problemas logrará construir los consensos necesarios para gobernar.
El delirio de persecución y la paranoia lo llevan a creer que lo quieren tumbar, y ve golpes blandos todos los días donde solo hay acciones de una democracia operante con su sistema de pesos y contrapesos. Petro se ha........
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