Clausurar la feria de vanidades
Algunos candidatos llevan casi una década en campaña, no pegan, pero puede más la terquedad y la ambición. El camaleón se perfila fuertemente como símbolo electoral. Por ahí hay uno que ha pertenecido a todos los partidos, y otra que se zangarotea en cuanta fiesta de pueblo hay.
No falta el popular populismo con sus promesas insólitas; y es que claro, Petro dejó la vara muy alta. Convenció a muchos de que, para ganar, hay que prometer en grande. Las promesas se hacen para ganar y no para cumplirlas. Entre las promesas, la más insólita es la de acabar con la corrupción; desde que dejé la adicción al tetero, absolutamente todos, menos Turbay Ayala, han prometido acabarla. El Turco Turbay por lo menos fue honesto y prometió solo reducirla a sus justas proporciones; no hay que exagerar. Entre otras cosas,........
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