De memorias, de memoria
Leo las memorias de mi amigo y compañero en la idea humanista cristiana Oswaldo Álvarez Paz. Lo que debo contar, decidió titularlas. En nuestra familia político-doctrinaria la idea de deber está siempre presente, tendemos a preferir decir que debemos a queremos, puede que nos cueste reconocer el deseo. Acaso sea bueno reflexionar sobre los motivos de esta insistente inclinación.
El género autobiográfico, muy común en el extranjero, es inusual entre los políticos venezolanos. Hace poco leí las memorias (y testimonios del afecto) de Valdemar Cordero Vale, de sabroso tono coloquial. Pero, hasta donde puedo recordar, Oswaldo es el primer líder socialcristiano de primer nivel, miembro de Comité Nacional por muchos años, candidato presidencial, presidente de la Cámara de Diputados y gobernador del Zulia por elección popular, que se atreve a un ejercicio poco ensayado por sus pares. Lo considero un mérito.
Tal vez por una escasa propensión a retirarse, lo que aconseja evitar herir susceptibilidades, las memorias de políticos y gobernantes venezolanos han sido rarísimas. Páez fue en la temprana república excepcional. Rómulo Betancourt que tanto escribió, su correspondencia por ejemplo es enorme, no dejó memorias. Tampoco Leoni o Villalba. A Caldera y a Luis Herrera que........
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