… todos hemos nacido de la semilla celeste;

todos tenemos el mismo padre,

de quien la tierra, la madre que nos alimenta,

recibe límpidas gotas de lluvia,

y luego produce el luminoso trigo,

y los árboles lozanos,

y la raza humana,

y las estirpes de las fieras,

ofreciendo los alimentos con los que todos nutren

sus cuerpos, para llevar una vida dulce

y engendrar la prole…

Lucrecio

Estas lecciones son un resumen de la obra del físico italiano, Carlo Rovelli, llamada Siete Breves Lecciones de Física que se escribieron pensando en quienes desconocen la ciencia moderna o la conocen poco. En síntesis, disponen una rápida panorámica de algunos de los aspectos más relevantes y fascinantes de la gran revolución acaecida en la física del siglo XX, y, sobre todo, de las cuestiones y misterios que ésta ha planteado, porque la ciencia enseña a comprender mejor el mundo, pero, además, nos da una idea de la vastedad de lo que aún ignoramos.

Einstein decía: ¡Si no se pierde el tiempo, no se llega a ningún lado!… Desde el balcón del apartamento, esa noche decembrina, haraganeaba como el joven teutón, echando un vistazo al universo, cuando pretendí advertir que, con tantas estrellas ¿cómo es que todavía había oscuridad? La noche me rodeó con su túnica y el resplandor de tal faro noctámbulo, equivalía a una satisfacción celeste dentro de la gloria del ser humano y su insignificancia.

De vez en cuando levantaba la mirada y me parecía ver la curvatura del espacio y del tiempo imaginada por Einstein, insinuando el deslumbre del cielo como un mar oscuro lleno de saetas palpitantes. La sola emoción de ser polvo de estrellas que nos auto interpretamos me hizo sentir lo efímero de la existencia y cómo se abre paso entre las sombras de la nada.

Al poco tiempo de esa memoria que se perdió en la estación, pero no en la memoria, empecé a perder el tiempo tratando de pensar algo de lo que aún no se sabe a........

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