He oído hablar de Guarico, estado Lara desde mi inocente infancia; recuerdo que en compañía de mis padres pasamos unas vacaciones en esas bellas tierras. Tenía yo unos diez años.

Comencé a estudiar arte en 1955 , tenía catorce años. En el año 1960, llegó un adolescente de las tierras guariquenses. Fue mi alumno de paisaje y, allí, nació nuestra amistad.

Pasaron los años y un día de 1968 nos encontramos en París. El Paris bohemio, la gran urbe de París y nos dedicamos a buscar conocimientos. Vivimos en húmedos espacios de habitación-taller, llamadas buhardillas, eran parte de nuestros sueños. Imaginamos tener un taller como el de........

© El Impulso