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La Bacrim de las ofídicas hermanas Barrios

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30.01.2025

«Cuán flaca es nuestra humana naturaleza,

y cuán frágil es el barro de que somos hechos».

Ramón María del Valle-Inclán

Son dos serpientes que se hacen llamar cristianas para embaucar con sus “venenosas conciencias”. Son serpientes que tienen en su haber cuantiosas víctimas, además de mucho kilometraje en malignidad, con carrera en hipocresía y en corrupción, aunque usted no lo crea – Ripley’s Believe It or Not! -. Éstas recomendadas del tío rico, han causado la cesantía profesional de muchos y han dejado sin trabajo a tantos que se han ganado el epíteto de las Barrios sin almas. Porque por envidia despojan a otros de sus empleos, mientras que por otro lado por avariciosas y corruptas venden los cargos públicos y tienen a muchos cobrando sin trabajar por un porcentaje que deben pagarle a ellas al estilo de una vacuna.

Las Barrios Fecales son la maldad destructora. No respetan códigos de ética ni tienen ningún miramiento por sus colegas. Es más, sienten un regocijo maligno en ensuciar el nombre de gente decente y honesta y de profesionales con canicie y con el prestigio que ellas no poseen. Los jefes creen que las manejan, pero la realidad es que ellas son astutas en manipular a sus jefes. Las Barrios saben complacer en todo lo insano, ilícito, inmoral e ilegal a sus superiores, solo póngale usted imaginación y saque las conclusiones. Ambas en perjuicio de sus compañeros de trabajo, sufren del Síndrome de Stephen Candie. Y si los superiores son corruptos entonces el guiso está montado, porque son requeridas por la distracción moral que las caracteriza y les es innata. Ellas promueven conversaciones artificiosas para sorprender a los empleados y sembrarles en sus psiquis sus venenos para provocar movimientos y situaciones por ellas calculados con estratagemas en las que son duchas y en las que tienen experiencia, todo para perjuicio de otros o de las víctimas a quienes ellas les fingen amistad.

Las Barrios son expertas en corrupción y en el engaño a los subordinados y compañeros de trabajo de la empresa para tenderles trampas diseñadas con mucha malicia, porque cuando le ponen el ojo a alguna víctima además de usarla, le fabrican máculas con ardides demoníacos, así no logren demostrar nada de lo que argumentan, basta con sus miserables pareceres en sus mentes enfermas y sus subterráneas mordeduras. Ser víctimas de estas “inmundicias”, es ser presa de mordeduras de serpientes neurotóxicas y cardiotóxicas, pues sus ponzoñas son letales. Poseen el veneno más potente de todas las serpientes con colmillos traseros, su acción destructora para los empleados y para el patrimonio de las instituciones es la garantía por las cuales las ingresan en los organismos para depredar por ser unas expertas en el arte del engaño, la malicia, el hurto y el desfalco.

Donde llegan las Barrios, se les puede identificar por sus acciones déspotas e inmisericordes, sin compasión al prójimo y jactanciosas se regodean en la perversidad que ejecutan. La venta de los cargos y la canonjía las caracteriza, por eso actúan como la mierda porque son unas cagadas de gentuza. La más peligrosa de las dos son las dos. Usan a las personas, no agradecen favores y pagan con inquina y maldad a los ingenuos que llegan a creer que ellas son sus amigas.

Las Barrios son unas plastas, son unas abominaciones que se sienten superiores incluso a sus iguales o a gente mejor preparada académica o profesional, que por desgracia y puntualmente se desempeñen como subordinados en la empresa. Las Barrios se han hecho ilícita y corruptamente de títulos profesionales para los que nunca estudiaron, ni por los que pisaron jamás un aula de clases.

Las serpientes Barrios no tienen ningún miramiento con desplazar y dañar a quien sea, con tal de enseñorearse ellas cuales heces fecales siniestras llenas de moscas, de poca valía espiritual y de almas sucias, sus personalidades son un caldo de letrina de carretera. Las Barrios además de sus trastornos de la personalidad, sufren igualmente del síndrome de Procusto que es una condición psicológica que se caracteriza por el miedo a ser superado por los demás. Las personas que lo padecen tienen actitudes de rechazo, envidia, y discriminación hacia quienes son diferentes a ellas. Aunado a esto las hermanas ofídicas padecen del sesgo cognitivo........

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