Obregón, Char y el Cóndor
Una sensación casi física, de felicidad, sentí, cuando vi la noticia en EL HERALDO, sobre la restauración del mural de Obregón: Tierra, Mar y Aire, y a la vez, un dolor extraño en las manos. Inquieta recordé el maltrato del alicate, al cortar y recortar, los pedazos de cristanac y acomodarlos al diseño del pintor Alejandro Obregón. En 1958, tenía la fuerza espiritual, necesaria para acometer el trabajo.
Trabajo, que hoy, me parece........
© El Heraldo
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