A otro nivel
Petro, sabemos, detesta a Barranquilla. Pero aún queda algún petrismo, aquí somos ancestrales contravía, y padecemos de incorregible masoquismo. Son tantas las señales de su animadversión hacia nosotros, que sería muy largo volver a mencionarlas. Petro no desmaya. Cartagena cae en sus odios, pero no en forma tan marcada. Los senadores Meisel y Gómez Amín, acompañados por otros de nuestros parlamentarios, han interpuesto y ganado varias demandas para anular la absurda valorización que pretenden aplicarle a la carretera Barranquilla-Cartagena; pero nada, el petrismo apela, insisten, se empeñan en cobrarla. Lo que más le mortifica al orate........





















Toi Staff
Gideon Levy
Tarik Cyril Amar
Stefano Lusa
Mort Laitner
Robert Sarner
Mark Travers Ph.d
Andrew Silow-Carroll
Constantin Von Hoffmeister
Ellen Ginsberg Simon