Neurointervencionismo | Columna de Remberto Burgos
Cerca de 40 años han pasado desde que vivimos esta historia. Estábamos desesperados por un paciente en el Instituto Neurológico de Colombia quien tenía una Fístula Carotidea-Cavernosa (comunicación anormal entre la arteria carótida y el seno cavernoso) de origen postraumático. Habíamos hecho todos los intentos por ocluirla, ligando además la inmensa mayoría de los vasos en el cuello que se dirigían al cerebro.
Los tratamientos de resultados fugaces, buscábamos la solución terapéutica. Por parte del grupo de neuro radiología surgió una idea sensacional: ocluir esa arteria con una sonda vesical (tubo que se coloca en la vejiga y permite el drenaje de orina) en forma tal que se cerraba el defecto.
Sacrificábamos la arteria, pero cerrábamos la fístula. Preparamos todo y así se hizo: dejamos la sonda en la carótida lo más cerca posible del defecto. El paciente evolucionó muy bien y la fístula desapareció. Lo seguimos algunos meses y luego, como los pacientes de provincia, regresó a su ciudad de origen. Fue este el primer tratamiento endovascular que viví.
El neuro intervencionismo es una técnica de mínima invasividad........
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