Mi abuelo: Miguel F. De La Espriella
Le pedí a mi esposa que me pasara por la Casa Espriella. Recorrí sus andenes, contemplé su terraza, no pude entrar. Me traje entonces los paisajes dibujados con el pincel feliz de la infancia. La sala grande, el patio interno del Corazón de Jesús. La mecedora y mi Abuela, a su lado, los grandes tanques reservas de agua para el verano, símbolo de su monedero generoso.
Me traje el recuerdo de los sabores con los cuales crecimos y que nos alimenta el alma: el café terciao, el ñame con suero, el bistec insuperable. También la imagen imponente y elegante del Abuelo Canoso, de lentes gruesos y lino blanco. Su sola presencia era sinónimo de distinción, nobleza y señorío. Nuestro abuelo, Miguel Francisco de la Espriella Godín.
Empezó a ejercer en 1925 -ya 100 años, Universidad de Cartagena- y durante las tres primeras décadas de su ejercicio no existía hospital en Sahagún; este era una aldea de 3000 habitantes, la expectativa de vida de sus vecinos alcanzaba los treinta años. Era el médico........
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