Chocó: otra vez | Columna de Remberto Burgos
Uno de mis profesores, cercano y decidido amigo, está empeñado y empuja con entusiasmo la iniciativa de construir un canal sobre el Río Atrato. Esta vertiente sería una infraestructura que sacarían de la soledad y desolación esa tierra y abrazaría con ganas el desarrollo regional. Una se le denominó Canal Atrato-Truando e integraría el Pacifico con esta zona. Es una hidrovía de 140 kilómetros de longitud y con innumerables ventajas nacionales. Desde hace 60 años están los estudios y su factibilidad. En 1966 vino una comisión americana y en diciembre de 1984 se le dio facultades al presidente de la república. Hoy solo queda en la mente de los soñadores y quizás algunos de ellos recordaran el presupuesto estimado:10 millones de dólares, el 13% del PIB (superior a todas las exportaciones en un año). Canalizar dos ríos y preservar la biodiversidad ambiental son dolores de cabeza en su construcción. China, socio partícipe, dimensiona todavía los costos geopolíticos de un proyecto como este. Hay modificaciones y ajustes: Ungía en océano........
© El Heraldo
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