No todo vale
Que cinismo el de Charles Dupont, el empresario belga detrás de Frisby España. Con calma y hasta entre risas, contaba en una entrevista con Blu radio que nunca ha probado un pollo Frisby, no conoce a nadie allá, pero que igual decidió copiarse el nombre, el logo, la receta y toda la promesa de marca. Dice que la ley se lo permite. Y ahí está el punto: ninguna ley debería servir para justificar lo que está mal hecho. Porque este caso deja claro que, a veces, la ley se queda corta frente al cinismo más descarado.
Lo suyo no es la gastronomía, él mismo lo dice: no sabe nada de pollo. Solo encontró un registro flojo y un “mercado” en el que colarse con una marca que no le pertenece. Ni siquiera........
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