Una contradicción
Desde hace unas semanas, los usuarios de la Gran Vía (carrera 51B) han podido observar la reinstalación de la cámara de detección de infracciones ubicada en la recta frente al colegio Sagrado Corazón. La señalización indica que el límite de velocidad en ese tramo es de 50 km/h, así que, desde el punto de vista de la seguridad vial, hay una ganancia. Esto resulta obvio: las altas velocidades aumentan la gravedad de un accidente, por lo tanto, cualquier medida que invite a quitar el pie del acelerador debe ser bienvenida.
Sin embargo, el caso de la Gran Vía resulta contradictorio. El diseño vial contempló la construcción de tres carriles de 3,50 m de ancho........
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