La desorganización del tráfico
No hace mucho, mientras estaba esperando el cambio de luz de un semáforo en rojo, empecé a escuchar un pito insistente por parte de un vehículo que estaba detrás del mío. Revisé el retrovisor y comprobé que se trataba de un bus, cuyo conductor aparentemente me pedía que ignorase el semáforo y avanzara. Me encontraba en una intersección sobre la nueva «Gran Vía», en la glorieta habilitada sobre el paso deprimido entre el cementerio Jardines del Recuerdo y la Universidad del Norte. No estaba dispuesto a ceder a las intenciones del agitado personaje, así que esperé los quince segundos que nos separaban de la luz verde, justo para ver cómo el bus........
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