Reformas progresistas
El Senado aprobó una mala reforma laboral: mala para generar empleo formal, mala para reducir la informalidad, mala para elevar la productividad y pobre para dignificar a la mayoría de la fuerza laboral, que hoy es informal o desempleada. Y muy mala, además, para las sufridas micro y pequeñas empresas del país.
No obstante lo anterior, recibimos dos noticias positivas. La primera: el Senado demostró que no es cierto que al actual gobierno no lo han dejado gobernar. Le aprobaron varios de los artículos que habían propuesto (así sean inconvenientes para la fuerza laboral), y por eso ya no tiene sentido insistir en una consulta popular, menos aún si ésta pregunta cosas que ya quedaron incorporadas en la reforma aprobada. ¿Para qué una consulta popular que vale casi 1 millón de millones de pesos, recursos que podrían destinarse a tantas........
© El Heraldo
