Agitar no es gobernar
El gobierno parece “petrificado” en la plaza pública, cambiando gestión por agitación. Sus energías buscan ahora encender el “poder popular” en lugar de administrar el estado. Para esto, ha privilegiado la movilización permanente y el discurso combativo, siguiendo la estela filosófica de Antonio Negri sobre la primacía del poder constituyente. El resultado, es un país sumido en consignas, mentiras, populismo y polarización, pero con escasos avances concretos. Mucho “bla,bla,bla” y pocos resultados.
Antonio Negri, filósofo italiano progresista, plantea que el verdadero poder democrático reside en el poder constituyente del pueblo por encima del poder constituido de las instituciones. En su obra, Negri describe el poder constituyente como un poder revolucionario que vence en la lucha. Esta idea otorga centralidad a la voluntad........
© El Heraldo
