¿Crimen sin castigo?
La paz total es una utopía. Ni siquiera en el cementerio donde todos están quietos. En Macondo, por ejemplo, para visitar a un familiar muerto hay que entrar al camposanto en la mañana, pues por la tarde están los jíbaros discutiendo con los drogadictos sobre la plusvalía del humo y el sentido del artículo 22 de la Constitución Política, aplicando la teoría de Nuccio Ordine sobre la utilidad de lo inútil.
El nuevo proyecto de paz total es un patacón sin sal, que contradice todas las teorías de criminalística moderna. Ya lo dijo el procurador General de la Nación: “Los criminales deben estar donde la ley ordena, en prisión”. Ahora........
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