Los niños no llegan con un manual de instrucciones ni existe una universidad que enseñe cómo criarlos. Sin embargo, hay muchas medidas que nos ayudan a cuidarlos.

Y es que ser mamá, papá o profesor es más que un quehacer: es una vocación. Nos define, implica una forma de actuar, de ser, de vivir.

Asumimos nuestro rol usualmente con poca preparación, pero con mucha ilusión. Esa ilusión y el amor que nos despierta esta nueva vida nos impulsan a aprender en el camino. Además, cada niña y cada niño son tan únicos, tan diferentes al resto, que acompañarlos a crecer es una aventura fascinante.

Cuando nos esforzamos por hacer bien esta tarea, nos transformamos........

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