Un producto interno… inteligente
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Neutralizado el amago de crisis diplomática con los Estados Unidos, desde donde nos llega la mayor tajada de viajeros internacionales, ahora el sector turístico colombiano deberá asumir el reto de consolidar su proceso de estabilidad y prolongar la tendencia de crecimiento continuado que ha venido marcando en los últimos tiempos, particularmente en 2024, cuando batió récords en varios frentes. El papel estratégico de esta actividad quedó reflejado en positivos indicadores, tanto en materia de turismo receptivo, como en conectividad aérea, mercado de cruceros, ingreso de divisas y contribución parafiscal.
La cifra de 6,7 millones de visitantes no residentes significó un repunte histórico, influenciado por los avances en conectividad aérea, dada la participación en el mercado nacional de nuevas empresas de aviación y la adición de un centenar de rutas internacionales; y por el incremento en la recalada de cruceros en los cuatro puertos de destino, Cartagena, Santa Marta, San Andrés y Buenaventura, por los que desfilaron 340 mil pasajeros a bordo de treinta navieras.
El impacto del sector en la economía nacional fue relevante. En materia de divisas aportó alrededor de US$10 mil millones, convirtiéndose en el tercer destino receptor en América Latina, detrás de México y República Dominicana, y en recaudo por concepto de contribución parafiscal trepó a la suma de $147 mil millones. Estos indicadores sectoriales destacan su progreso en el PIB nacional, en el que representa, según Bbva Research, el 4,5 %, del cual el 3,3 % se encadena al flujo de viajeros que proviene del........
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