La Escombrera: la historia contradice a Uribe
Audio generado con IA de Google
0:00
0:00
El “petrosantismo” es otro término de estrategia electoral que inventa Uribe Vélez para manipular la opinión electoral. Pero ese remoquete despreciativo –como tantos suyos– alude a una alianza inexistente. Se sabe que Petro repudia a Santos y Santos repudia a Petro en un acto de suicidio político, pues si unieran propósitos democráticos, por encima de sus enormes distancias, construirían la fortaleza de la que, hoy, carecen los dos. Sin embargo, sus diferencias ideológicas y clasistas –ambos discriminan a otros por clase social– son más hondas que las razones generosas de Estado que los deberían mover. Volviendo a Uribe, en la campaña perenne en que se ha convertido su insondable vida, lo que importa no es si sus afirmaciones son verdaderas o mentirosas, sino si el efectismo de alguna de ellas le ayuda a recuperar el control del aparato del poder oficial que, dicho sea de paso, perdió con Santos y, ante todo, con la torpeza gubernamental del hijo de su propia semilla: Iván Duque.
No obstante, el objetivo inmediato del expresidente, en su intento de lexicalizar la expresión “petrosantismo” que empleó seis veces en su destemplada respuesta a la JEP (ver) cuando esa jurisdicción anunció que encontró restos humanos en el botadero de residuos de Medellín llamado La Escombrera, es restarle legitimidad a la constatación de que tal........
© El Espectador
