Mojados
Mi secretaria me anunció que un fiel me necesitaba, inmediatamente estuve en el despacho parroquial y le hice pasar. Me contó que era un deportado del gobierno de Trump, que se sentía mal y que necesitaba una ayuda espiritual para superar el gran trauma y decepción humana que lo acompañaba. Me contó que partió hace 10 años del eje cafetero, que lo hizo por las faltas de oportunidades y porque su familia no podía esperar para tener un “futuro” mejor. Me narró el dolor de dejar a su familia, esposa e hijos, de las mil dificultades para pasar la frontera, de las muchas humillaciones, hambre y persecuciones para finalmente, y según su relato, “coronar” y estar en tierra gringa.
Una vez allí, continuó, no fue ni........
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