Neverg Londoño Arias

El maestro regala a los estudiantes la magia de la lectura comprensiva, la escritura que la complementa y el juego con el número. Si usted puede leer, escribir y contar, el misterio de la magia llegó a sus manos. Haga una pausa en su rutina y agradezca a su maestro, recuerde su nombre y bendiga su recuerdo.

Este personaje de nuestra vida aparece como un mensajero del tiempo para que las personas que pasan por el aula puedan dar respuestas a las exigencias de su propio futuro. Su compromiso está en llevar de la mano al estudiante de una época a otra, hacerlo sentir cómodo y darle libertad de actuar cuando se cumplan los tiempos y la exigencia de la academia para que continúe con personal independencia su camino, aplicando a cada paso todos los aprendizajes y todo aquello que hace parte de sus personales descubrimientos.

El maestro ha conocido la opulencia de las instituciones en las cuales el derroche y la ausencia de carencias hacen parte de la rutina; donde el futuro de niñas y niños está predeterminado y donde se juega con la herencia del poder y la solvencia económica sin tener que enfrentar la necesidad de estudiar para aspirar a un cargo, luchar por un salario y atender las exigencias de un jefe. Al otro lado y en la misma ciudad, la otra cara de la misma........

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