AL MARGEN DE LOS OPUESTOS IRRECONCILIABLES
Me miré al espejo para encontrar la forma que recientemente iba descubriendo, para conocerme a mí por lo que soy en realidad, y no por las pretensiones de los demás, complaciéndoles al ser la personas que ellos estaban requiriendo. Conocí una nueva yo, una versión diferente de la que había sido por tanto tiempo, tan inusual y diferente, como desconcertante podría parecer al resto.
La noche no me pareció tan espesa y el sol me dejó de quemar, la lluvia me moja apenas lo suficiente, no tanto como para de ella querer escapar. No soy joven pero tampoco vieja, no quiero pretender vivir eternamente en la luz, pero no me enamoro de la oscuridad; no sufro por el pasado ni me angustio por lo que vendrá. Aprendí a amar mi compañía y a........
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