La reciente promulgación de la Ley 207 de 2024 o Ley Ángel, representa un avance significativo en la protección de los animales en Colombia. Esta ley es la continuación de la lucha legislativa que mi esposo, Mauricio Salazar, en su momento como congresista, inició desde la Cámara de Representantes y que ahora se fortalece con esta nueva normativa y el Hospital Público Veterinario de Pereira.

Sin embargo, la ley por sí sola no será suficiente para erradicar el maltrato animal. Más que penas y medidas de protección, necesitamos un cambio cultural, un compromiso colectivo que trascienda las sanciones y se traduzca en acciones concretas.

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