Cuando un espacio se caracteriza dándole sentido a su forma, se tiene una realidad irrefutable donde sobresale la ciencia tal cual, factor de significancia explicativa. Reza el adagio popular “las cosas son como son y no según su apariencia”. Las identidades y pertenencias de un grupo social que habita un territorio reconocido definen las idiosincrasias o condiciones intrínsecas de sus pobladores, para clasificar cualitativamente su sentido, idea surgida de esa situación demostrada y demostrable, surgiendo aquello de la teoría y la práctica.

La idea de superestructura explica el esquema que a su vez requiere de la infraestructura para sustentarse. Por esta razón los mitos, hitos y ritos como expresión cultural entregan sentido a la apreciación de la realidad. Filosofía territorial, un atrevimiento.

Siendo, con plena demostración, el territorio único y multidimensional, poco interesa su tamaño, siendo su identificación el del sentido por reconocimiento, nunca por decisión formal. El territorio es inalterable en sus dimensiones, solo los........

© El Diario