Por: Lina Arango

No hay que ser experto financiero, economista o ingeniero para saber que si usted tiene los recursos de un peaje proyectados a 20 años, no puede pretender cargarle la ajecución de obras que tienen un costo 4 veces mayor a su recaudo. Parece que esa modius operandi tan normalizado entre los contratistas de obra pública de “ganémonos el contrato (con ayuda de políticos que piden tajada), recibamos el anticipo y después pedimos adición” es la guía para la “planeación” de obras de infraestructura vial. ¿Y los peajes? Ahí.

¿Quién planea las obras de desarrollo regional de la región? ¿Qué clase de dirigencia regional tenemos que no podemos proyectar obras de infraestructura vial sin que se las roben, las páguemos el triple de caras o perpetuemos negocios abusivos mientras los políticos, contratistas o empresarios del sector triplican sus ganacias a punta de ingresos de peajes, presupuesto público o intereses financieros sin invertir en obra? !Aquí caen todos! Privados, públicos y quienes deben hacer control.

En 2021 el ex gobernador Víctor Manuel Tamayo firmó el proyecto de infraestructura Vías del Samán el cual amarró el peaje de Cerritos a 20 años. Cuatro años después, la ejecución de obras en Risaralda y Valle del Cauca sigue sin avances sustanciales. El reciente comité directivo solo confirmó el estancamiento del proyecto, con costos elevados. El recaudo del peaje, que se proyecta en $1.6 billones de pesos hasta 2041 solo permite construir 3,1 km de la doble calzada La Romelia – El Pollo, dejando pendientes $720 mil........

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