A propósito de los casos de corrupción en la avenida Colibries, incumplimientos en Vías del Samán, opacidad en el debate público para la adjudicación del alumbrado público y ausencia de rendición de cuentas sobre los peajes abusivos de Autopistas del café y ODINSA, me pregunto: ¿Dónde están los gremios?

¿Existe compromiso del sector privado para aportar a la transparencia, integridad y lucha contra la corrupción en la región?

A pesar de que organismos como la OCDE consideran que la corrupción distorsiona los precios y las condiciones del mercado, reduce la confianza en las autoridades, afecta el desarrollo económico sostenible, desincentiva la inversión e incrementa los costes de operación de las empresas, los esfuerzos para combatirla han sido insuficientes. De acuerdo con el estudio “Soborno corporativo como institución”, esta es una práctica institucionalizada por gran parte del sector empresarial. El estudio concluyó que 91% de los empresarios consideran que secretamente se ofrecen dádivas para obtener contratos; los montos del soborno pueden alcanzar en promedio el 17.3% del valor del contrato y el 58% de los empresarios encuestados afirmaron que “si no se pagan sobornos se pierden negocios”.

Odebrecht y su concesión vial Ruta del Sol II (Con sus respectivos peajes), es sin duda el caso más emblemático sobre lo que significa la corrupción y las alianzas ilegales entre sector público y privado con el fin de apropiarse de la contratación estatal. Sin embargo, al ser este un caso del más alto nivel empresarial y de gobierno, “el ciudadano de a pie” lo percibe........

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