En un mundo en constante cambio, donde las ideologías chocan y se reformulan con la misma rapidez que surgen nuevas tendencias, parece que la claridad conceptual ha quedado sumida en un mar de confusiones. Una de las más notorias en el último tiempo es la confusión entre el antiwokismo y el trumpismo. Debo confesar que me siento identificado con el antiwokismo, no por la resistencia a un cambio social, sino por la defensa de valores fundamentales como la libertad de expresión y el pensamiento crítico. Sin embargo, no se puede pasar por alto que el trumpismo, el fenómeno político que representa Donald Trump, es algo completamente distinto.

El antiwokismo, en su esencia, es un llamado a la templanza. Se trata de cuestionar el revanchismo que a menudo acompaña a las luchas sociales. No se trata de negar que existen injusticias ni de........

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