ESCAMPAVÍA. ¿Por qué me has abandonado?
Hace más de dos mil años, Jerusalén vio pasar por la empinada y gorobeta vía dolorosa a un reo condenado a la máxima pena, al martirio de la cruz, por grave delito, el de predicar: el amor, el perdón, la honestidad y condenar la corrupción y la vanidad de quienes se creían poseedores de la verdad, los mismos que exhibían su devoción, también a los que compraban los cargos de elección y se ufanan de ello; la ciudad eterna, sometida al imperio de Roma, presenció pasar por ese estrecho camino de piedras a quien a ella llegó cabalgando en humilde y pausado burrito, el hombre quien con sus palabras y ejemplo hacía temblar a los corruptos y a los tiranos.
Eli, Eli, ¿lama sabactani?, alrededor de la hora novena, a eso de las tres de la tarde, Jesús exclamó: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Oración que se repite en los momentos de angustia, y que hoy recitan desde clérigos hasta todos aquellos que sienten que el país, que su gobierno, los ha abandonado, ellos, quienes........
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