Miscelánea
Por James Cifuentes Maldonado
Solía pasear con ella, acunándola entre mis brazos, para tomar el sol de la mañana luego del baño diario que le daba mi suegra, mientras mi esposa se deba un respiro y se ponía a punto para continuar con la rutina de su recién estrenada maternidad; me gustaba ir y venir por los pasillos del segundo piso, extasiado en su mirada, mientras le decía, que ella era mi cielo, mi sol, mi todo, mi cielo, mi sol, mi todo; luego me sentaba y la acomodaba sobre mis piernas y, meciéndola suavemente, me quedaba hasta 15 minutos diciéndole, mi cielo, mi sol mi todo.
De ahí en adelante, ella ocupó el centro de mi universo y prácticamente fue la determinante de casi todas las decisiones que marcaron en adelante el rumbo de mi vida, como trabajar el doble, cuidarme más y no beber tanto; con 35 años cumplidos, un........
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