Hay adversidades ocasionadas por sí mismo que desembocan en aparente anarquía que, en la dimensión de lo desconocido, se tornan en la creación consciente de crisis con endosos negativos y buscadas para establecer caos. Algunos califican eso como “genialidad” y otros de desvaríos de grandeza y belleza: el primero político y el segundo personal, reflejados en el espejo del lago en el que se extasiaba Narciso, sin calcular la llegada de los lobos. Por eso no es raro que el “abofeteado” exdirector del Dapre, a quien con apenas 8 días en el cargo, y sin sospecharlo, le entronizan a un subjudice, lo que lo lleva, en un arranque de dignidad, a renunciar de inmediato, pero coloca masoquistamente su otra mejilla al manifestar que lo ocurrido en el tinglado televisado le “va a servir [a Petro] para salir adelante”. Y agregó: “el presidente se crece en la adversidad”. A ciencia cierta no se sabe si quedó el renunciado atolondrado o desbordado por los acontecimientos sucedidos y su falibilidad es creer en discursos inconexos en calidad de tablas de salvación.........

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