Casi de inmediato, si Ud. decide encaminarse al centro de la ciudad, la primera observación o la reacción súbita y coloquial a oídos, es la de ubicarse en medio del caos vehicular y de tallarle la expresión relacionada con el fundamento de semejante despelote: Qué cantidad de automotores. Nada más equivocado a nuestro modo de ver las cosas, pues estamos buscando el ahogado rio arriba, en cuanto a situarse la razón del desbarajuste en parte del problema y no en la esencia y raíz del incordio: la pequeñez de la urbe y además de tal, la incidencia de mentalidad incorrecta y tacaña en la construcción y en su proyección. El comentario inicial es un elemento tan antiguo como la humanidad, a causa de quienes siempre estuvieron al frente de las legislaciones, tenían a manera de meta y objetivo, hacer para el futuro, pensando en las requisitorias del presente, del hoy y el mañana. Allende lo expuesto, existe otro factor aunado al anterior, consistente en la ausencia de unos mecanismos necesarios, cuyo propósito es el de subsanar los errores ya realizados y encontrados en cada una de las administraciones pasadas, constituyendo el acontecer, notorio del sucesor, continuando en similar línea de conducta al respecto, A lo hecho pecho y es obvio no contemplar ningún efecto o alguna solución emanada de la clase política precedente, actual o futura. El asunto pasa por el imperioso y definitivo querer y la actitud hacia la cual se oriente la otra fase de la........

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