El verdadero apocalipsis, una reflexión para la humanidad
El mundo que, como dice la canción, no ha parado ni un momento, gira y gira haciéndonos creer que estamos como en una «rueda Chicago», simplemente dando vueltas y vueltas. Pasaron millones de años desde la formación del planeta Tierra, en medio de un universo infinito, para que surgiera en él la vida, un milagro incomprensible al que aún los seres humanos no le encontramos explicación. Una de las teorías en boga es la que afirma que la vida llegó de otro planeta o simplemente del espacio en forma de aminoácidos y de otros ingredientes básicos como el carbono y el agua. Se ha descubierto que los cometas y meteoritos contienen algunos de esos componentes orgánicos de la vida y algunos sugieren que su bombardeo a la Tierra causó las condiciones propicias para su aparición. Cualquiera sea la razón de la génesis ha sido evidente que se necesitaron más de cuatro mil millones de años para que en un proceso evolutivo muy, pero muy, lento apareciera el Homo Sapiens, una especie depredadora que con apenas cien mil años de existencia ha puesto en jaque todo lo alcanzado antes por la misma naturaleza. Nunca la vida se vio amenazada como hoy. Ni gigantes meteoritos que extinguieron los dinosaurios, ni aterradoras erupciones, terremotos y tsunamis que cambiaron para siempre la faz de la tierra fueron capaces de exterminarla.
Y parecía, antes de este último siglo, que la supervivencia de la vida dependía de circunstancias aleatorias, del universo mismo. Solo un cataclismo de dimensiones galácticas podría exterminarla. Pero de pronto BOOM: el ser humano descubre la energía atómica, la domina y fabrica un pavoroso arsenal capaz de acabar con todo. La sobrevivencia se ha puesto en juego. Ahora dependemos de algún imbécil que simplemente apriete el botón rojo y todo habrá terminado. Aunque suene........
© El Diario
