«No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. Mat 7:1-2»

La política, ese noble arte a menudo es un escenario de contradicciones que rozan lo cómico, parece que la «vaca ladrona no olvida el portillo»; ya que muchos en el poder desarrollan una amnesia selectiva, lo que antes era una afrenta imperdonable, hoy se transforma en una «estrategia comunicacional» o un «malentendido», donde siempre se culpa a los antecesores.

Es fascinante observar cómo las prácticas antes criticadas, hoy son replicadas, quienes denunciaban el uso de recursos públicos para promoción política, parecen haber olvidado la Constitución Política de Colombia (art. 219) y la Ley 996 de 2005 (art. 38), que prohíben usar cargos y bienes del Estado para campañas electorales y la Ley 734 de 2002 (art. 48, núm. 39 y 40), que considera faltas gravísimas, el uso del cargo para actividades político-partidistas, esto no es un capricho legal, sino un blindaje para garantizar la........

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