El latido de tu pecho
Hay días en que el mundo parece susurrarte algo que no alcanzas a entender. Una certeza antigua, como si hubieras olvidado algo esencial en el camino. No es nostalgia. Es memoria del alma.
Yo también he sentido ese llamado. Ese despertar en mitad de la noche donde todo —absolutamente todo— tiene sentido por un instante, para luego esfumarse como arena entre los dedos. Pero la huella queda. Y es ahí donde descubres la verdad más profunda: nunca has dejado de saberlo todo. Tus manos guardan secretos que tu mente ignora. Tus latidos llevan el ritmo de un universo que te habla en silencio. No necesitas maestrías ni iniciaciones.........
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