La Nación fracturada
El ambiente que se respira en el país es de desazón y total incertidumbre, generado por un gobierno que persiste en el descarrilamiento institucional y que, en horas de dolor, ante el atentado criminal de que fue objeto el senador y precandidato presidencial; Miguel Uribe Turbay, es señalado de perpetrarlo, mostrándosele como un crimen de Estado. Y el señalamiento no es gratuito. El propio presidente Petro es el responsable de alimentar estos supuestos malentendidos, con su irresponsable proceder. Desautorizando a la Canciller que felicitó a Noboa tras su elección como presidente del Ecuador en la segunda vuelta, Petro se solidarizó con la candidata de la izquierda quien desconoció su derrota. Más, sin embargo, acudió a su posesión para luego perderse sin que la Casa de Nariño a hoy haya dado una explicación satisfactoria, habiendo sido descubierto en Manta, ciudad en la que se alojó en una lujosa residencia y la que al parecer es centro de operaciones de alias “El Churco”, a quien Carlos Eduardo Mora González, conductor del Chevrolet Spark utilizado en el atentado a Uribe Turbay, señaló de ser el jefe de su patrón, alias “El Costeño”. Esta llamativa conexión cobra mayor relevancia con las afirmaciones de Petro, poco después del atentado, al escribir en su cuenta de X que los autores intelectuales responden a la mafia internacional con sede en Dubái, Italia y Bogotá, entendiéndose como un intento de alejar y desviar la investigación, autoseñlalándose como víctima del atentado. Una vez más insistimos, en que las inexplicables desapariciones de Petro dan lugar a estas habladurías, que esperamos, estén bien lejos de la realidad. El documento firmado por los presidentes de las Altas Cortes, las directivas del Congreso, el Procurador Nacional, el Contralor General de la República, la Defensora........
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