Papable
La liturgia de la Iglesia católica es imbatible e incluso los agnósticos –que en el fondo somos unos ateos tímidos y dubitativos– debemos defenderla por ... puro placer estético. Solo los ortodoxos, con su devoción cirílica por el pan de oro y las barbas proféticas, pueden hacerle algo de sombra. Al lado de esta impactante exhibición de poderío arquitectónico, baldaquinos, frescos de Miguel Ángel y mantos de color púrpura, las demás confesiones cristianas resultan tristes, macilentas, con sus templos anodinos como salones municipales y sus curas casados, meros auxiliares........© El Diario Vasco
