“Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía”
En un país pobre como Bolivia, el dinero tiene una influencia descomunal. Puede hacer el bien, puede hacer el mal o puede anestesiar. Después de ver la última entrevista a Marcelo Claure, en la que él reitera que no le interesa el poder, que solo quiere hacer el bien, que ama a Bolivia, etc., uno no puede dejar de recordar el refrán del titular de esta columna: “Cuando la limosna es grande…”
Hace tiempo escribí: Marcelo, sí, pero no así. Y hoy debo repetirlo con más fuerza: Claure está haciendo daño al querer hacer el bien. Está poniendo plata donde no hay ideas, sino caprichos.
Está financiando el statu quo, no la transformación. Está fortaleciendo el sistema que nos trajo hasta aquí, en vez de ayudar a superarlo.
Los caprichos están en mantener una participación limitada de unos pocos en la política, en cerrar el acceso a otra gente, en monopolizar el sindicato de tres o cuatro personas que dicen ser los opositores oficiales, y que no dejan ni crecer, avanzar, ni acceder a nuevas generaciones. En varios de mis........
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